El juzgado de lo penal número 3 de Terrassa fundamenta la sentencia en la concurrencia del consumo de alcohol, la excesiva velocidad y una maniobra temeraria para dictaminar una pena de 3 años de prisión.
Los hechos
Los destinos de Sergio y Alejandro, amigos y de 25 años, y de Cristina, de 29, iban a cruzarse de forma fatídica el 6 de junio de 2015, cuando sus vehículos se vieron involucrados en el mismo trágico accidente. Al parecer, ambos habían estado bebiendo aquel día en un merendero junto a otras personas. Algo más tarde de las 9 de la noche circulaban por Terrassa, cada uno con su vehículo y sin prestar la debida atención a las normas de seguridad vial.
Tras algunos bruscos cambios de carril e intentos de adelantamiento mutuo, todo ello superando con creces los límites de velocidad permitidos para zonas interurbanas, se produjo la maniobra decisiva que provocó la colisión. Los vehículos de Sergio y Alejandro se tocaron de forma que el del primero de ellos perdió el control y, tras chocar con una señal de tráfico, salió despedido, saltando el bordillo de la mediana e invadiendo el sentido contrario de la Avenida del Vallès, por la que en ese instante transitaba desgraciadamente Cristina, al volante de su automóvil. El tremendo impacto del coche fuera de control en el frontal de su vehículo provocó que falleciera en el acto, dejando huérfanas a sus dos hijas, de 7 y 9 años.
El juicio
En el proceso judicial que se generó tras estos hechos se personaron como acusación el Ministerio Fiscal, que acusó a Sergio, ocupante del vehículo que colisionó directamente con el de Cristina, y la acusación particular, que, sostenida con energía y diligencia por el letrado Daniel Salvador, de Vosseler Abogados, y representando a la familia de la víctima, no dudó en acusar también a Alejandro, por considerar que su conducta contribuyó decisivamente a generar las condiciones que propiciaron el accidente mortal.
Ayudada por la minuciosa investigación llevada a cabo por la Policía Municipal de Terrassa la acusación logró demostrar sus tesis de forma contundente. En concreto, se tuvieron en cuenta las pruebas videográficas grabadas por algunas cámaras de seguridad, que ayudaron a determinar la velocidad aproximada de los vehículos, las declaraciones de testigos que presenciaron lo ocurrido, las pruebas de alcoholemia realizadas a los acusados y otros indicios.
La sentencia
Tanto Sergio como Alejandro fueron condenados a tres años de prisión como autores de un delito de homicidio por imprudencia grave en concurso con un delito de conducción temeraria y otro contra la seguridad vial; además, y como no podía ser de otra forma, se les retira el permiso de conducción. La resolución judicial no incluyó responsabilidad civil, pero los familiares de Cristina fueron indemnizados por las compañías aseguradoras de los vehículos de los encausados.