Existen múltiples razones que pueden derivar en la disolución de una sociedad, sin embargo será importante conocer cuál es el procedimiento adecuado para llevar a cabo esta acción.
¿Qué es la disolución de una sociedad?
Es un proceso legal mediante el cual se pone fin a la existencia de una empresa. La disolución puede ser voluntaria o forzada, dependiendo de la situación particular de la sociedad.
La disolución de una sociedad de forma voluntaria ocurre cuando los accionistas o socios deciden poner fin a la empresa por su propia voluntad. Para disolver una sociedad de manera voluntaria, los accionistas o socios deben tomar una decisión unánime en una reunión de accionistas o socios, según sea el caso. Además, se debe nombrar a un profesional que se encargará de liquidar los activos de la sociedad, pagar las deudas y distribuir los beneficios restantes a los accionistas o socios.
Por otro lado, la disolución forzada de una sociedad puede ser causada por diversas situaciones, como incumplimiento de obligaciones fiscales o laborales, o si la sociedad ya no cumple con su objeto social. En este caso, la disolución puede ser ordenada por un tribunal o autoridad competente.
Proceso de disolución
En primer lugar, es importante tener en cuenta que la disolución de una sociedad no implica la cancelación automática de su inscripción en el registro mercantil correspondiente. Para cancelar la inscripción, se debe presentar una solicitud de cancelación ante la autoridad competente. Si este paso se obviara, esto comprometería fuertemente a quienes figuran como los administradores frente a la ley.
Aclarado esto, una vez se determine el cese de la actividad de la sociedad, independientemente de si ha sido voluntaria o forzada, se deberá:
- Elaborar un balance de liquidación.
- Firmar un acuerdo de disolución entre los socios, que incluya el reparto del patrimonio.
- Elevar dicho acuerdo ante un notario.
- Presentar la escritura de disolución y liquidación en el registro mercantil.
- Ejecutar la adjudicación efectiva de los bienes.
- Realizar el pago del ITP (Impuesto de Transmisiones Patrimoniales)
- Ejecutar la baja censal en Hacienda
- Darse de baja en la Seguridad Social.
En resumen, la disolución de una sociedad implica el cese de las operaciones de la empresa y la liquidación de sus activos y pasivos. Si estás pensando en disolver una sociedad, es importante que busques asesoría legal para conocer los requisitos y procedimientos necesarios en tu jurisdicción.
