El periódico: Jueves, 16 de mayo del 2013
J. G. ALBALAT
BARCELONA
Un millón de euros. Esta es la cantidad que la aseguradora Grupo Generalli puede llegar a pagar a un motorista que fue arrollado por un tráiler cuando estaba en una acera. A causa del accidente, Francisco R. N, de 64 años, perdió la pierna. Desde entonces, lleva una prótesis. La jueza de El Prat de Llobregat Eleonor Moya ha condenado a la compañía a indemnizar al afectado con 601.000 euros por las lesiones y perjuicios padecidos (morales, adecuación de la vivienda y vehículo o tratamiento), más intereses, otros 80.000 euros. También obliga a sufragar los gastos futuros que se devengan de la prótesis, tanto médicos como ortopédicos. No fija cantidad, al estimar que no se puede calcular un gasto futuro, pero sí acuerda que se le pague tras presentar la factura. El demandante cuantifica esta suma en 342.000 euros, teniendo en cuenta una esperanza de vida hasta 82 años.
Fuentes jurídicas aseguran que esta indemnización es la más alta fijada en España por la amputación de una pierna a raíz de un accidente de tráfico (estas sumas se aplican cuando el perjudicado se queda tetrapléjico). La cantidad es abultada porque se tiene en cuenta los gastos médicos futuros relativos a una prótesis que, además, debe ser acuática por la afición del herido al kite-surf. «La sentencia genera un precedente de gran nivel respecto en el derecho de circulación. Es una resolución que valora todos los perjuicios ocasionados», explicó el abogado del motorista, Daniel Vosseler.
ARROLLADO POR UN CAMIÓN / El accidente se produjo el 9 de julio del 2010, cuando el camión maniobraba para salir del recinto de una empresa. El vehículo se acercó en exceso a la parte derecha de la calzada, lo que provocó que, atendidas las grandes dimensiones del remolque, una barra lateral se enganchara en la moto que estaba en la acera y que esperaba incorporarse a la vía. El golpe tiró la moto y su conductor resultó arrollado por las ruedas del remolque. El motorista sufrió varias fracturas y se le tuvo que amputar una pierna (también ha quedado impotente). La sentencia, que puede ser recurrida, sostiene que el conductor del camión no realizó las comprobaciones imprescindibles.
